Este bizcocho es fruto de la voluntad de querer aprovechar unos restos de ingredientes que teníamos en la despensa. Por un lado, había comprado hacía días unos arándanos secos para preparar unas galletas y no nos poníamos y, por el otro, tenía unos restos de harina de almendra que ya les tocaba ser usados. Así que, tomando de una receta de aquí, de una de allí y de una de más allá, improvisamos una nueva que nos quedó muy bien.

INGREDIENTES:
* 2 huevos
* 100gr. de azúcar
* 100 gr. de mantequilla
* 80 gr. de harina de almendra
* 120 gr. de harina blanca
* 1 sobre de Royal
* 1 pizca de sal
* 100 ml. de vino dulce
* 100 gr. de arándanos secos

PROCEDIMIENTO:
Encendemos el horno a 180 º C.
Ponemos en un bol los arándanos con el vino y lo ponemos en el microondas vigilando hasta que hierva. Lo dejamos un ratito hasta que se enfríe. Así hidrataremos los arándanos.
Mezclamos la mantequilla con el azúcar batiendo hasta que quede como una pomada.
Vamos añadimos los huevos uno a uno removiendo hasta que nos queden bien incorporados.
A continuación colamos los arándanos y añadimos a la mezcla el vino que queda.
Por otro lado, mezclamos las dos harinas, el Royal y la sal, y lo pasamos por el tamiz.
Lo incorporamos a la mezcla de la mantequilla.
Luego añadimos los arándano y removemos para repartirlos bien.
Ponemos la masa en un molde y al horno unos 25-30 minutos aproximadamente o hasta que al pincharlo con un palillo vemos que éste sale limpio.
Lo dejamos enfriar y lo cortamos en cuadraditos. Y ya lo tenemos listo para acompañar una infusión a media tarde. Así me lo comí yo.

Catieu